El viaje de senderismo de los valles occidentales es un viaje muy especial. Esta zona del Pirineo, sin estaciones de esquí y sin grandes aglomeraciones, sigue intacta y conservando el sabor de los últimos 100 años. Nos encontraremos pastores, ganado y gente recogiendo leña como llevan haciendo desde tiempo inmemorial. Es uno de los rincones más autóctono del Pirineo y es por ello que queremos visitarlo de una forma tranquila y sosegada, disfrutando de sus praderas, de sus ríos y de su naturaleza salvaje. Un viaje de aventura para vivirlo de otra forma.
Visitaremos los valles de Echo y Ansó y de paso tendremos la oportunidad de ver el Valle de Aisa, paralelo a estos dos y con formaciones rocosas espectaculares. En el viaje de ida pararemos en Riglos para poder admirar sus inmensas paredes de conglomerado y en el viaje de vuelta la historia nos espera: El Monasterio de San Juan de la Peña.