María Victoria Rodríguez entrevistada por Daniel Ruiz

Vamos con una nueva entrega de Hablando de viajes. Se trata de una sección de entrevistas en la que los protagonistas son los viajeros, nosotros somos simples espectadores. La mecánica es muy sencilla, un viajero entrevista a otro y en la próxima edición, el entrevistador será entrevistado por otro viajero. De este modo vamos forjando una cadena de interesantes conversaciones viajeras.
Esta vez la actriz principal es una invitada de excepción. Se trata de María Victoria Rodríguez (@Victoriamdq), gran viajera y comunicadora responsable de Diario del Viajero, creadora de El Próximo Viaje, organizadora del TravelBloggers Meeting y una de las almas mater de Tylium.
Las preguntas las pone Daniel Ruiz, experto en marketing online, comunicación y turismo familiar. Es autor de Viajares y responsable de proyectos tan interesantes como la cuenta de twitter @_viajar.
Vamos a ver que nos cuentan en esta nueva entrega de Hablando de viajes:
Daniel Ruiz: Has viajado por todos lados, norte, sur, del derecho y del revés ¿Qué viaje nos podrías mencionar que ha dejado una huella especial?
María Victoria Rodríguez: Siempre recordaré el primer viaje que hice a Medio Oriente por el fuerte impacto emocional que me causó. Una región donde se afincan 3 de las principales religiones del mundo, tierra sagrada para todos. En cuanto a lo singular en paisajes, no sabría con cuál quedarme. Tengo la suerte de haber tocado varios puntos extremos: Ushuaia, Cabo Norte y el confín de Alaska, casi Rusia.
Daniel Ruiz: ¿Cuál es la situación más embarazosa en la que te has encontrado nunca viajando?
María Victoria Rodríguez: Cuando viajas, te puedes encontrar con situaciones comprometidas en cualquier lugar. Viví varios días en un kibbutz en la triple frontera entre Israel, El Líbano y Siria bajo el fuego cruzado. Pasé una experiencia muy fea a metros de la Casa Blanca. Tuve que evacuar a una acompañante de viaje en mitad del Nilo cuando un mono le mordió la mano. Me colé en cuatro patas por la cinta de equipaje del mostrador de checkin para recuperar un objeto de una maleta, seguida por un perro antidrogas y en un aeropuerto nada amigable. En un hotel me confundieron con otra y no me dejaban irme sin pagar SU cuenta de muchísimos dólares. Se me hizo tarde en una visita y cuando quise salir del monasterio, habían cerrado la puerta y tuve que pasar la noche en una celda de clausura, desayunar al alba rodeada de monjas y salir sin decir una palabra. En fin, hay muchas.

Daniel Ruiz: ¿Por el hecho de ser mujer, y habiendo viajado también sola muchas veces, crees que tu forma de viajar es diferente o te permite acceder a otro tipo de realidades?
María Victoria Rodríguez: He viajado sola, he llevado grupo de viajeros, he viajado en familia o con amigos. He viajado rápido y lento. Trabajando o a mi aire. No tengo una única forma de viajar. Me adapto a las circunstancias. Tal vez las únicas veces que he visto alguna diferencia al ser mujer es en las ocasiones en que he estado en algunos países musulmanes. Cuando vas trabajando y eres mujer, a veces se complicaba porque no confiaban en que una mujer llevara adelante un grupo. Se dirigían a uno de mis pasajeros hombres o al guía local, por ejemplo. En cuanto a mis viajes particulares, no podría decir que haya diferencias por ser mujer. Soy curiosa, me acerco a la gente del lugar, trato de moverme entre ellos siempre con respeto y escuchando. Tal vez la aproximación “femenina” se de por los temas de conversación. Siempre termino hablando de hijos e intercambiando recetas.
Daniel Ruiz: Mantienes una presencia activa en la blogosfera al otro lado del Atlántico. ¿Qué diferencias aprecias entre los bloguers de viajes españoles y latinoamericanos, si es que las hay?
María Victoria Rodríguez: La principal diferencia que encuentro es el estadio de desarrollo en que se encuentra una y otra blogosfera. En Latinoamérica todo cuesta más: mas esfuerzo, mas tiempo, mas dinero. Hay mas restricciones económicas y tecnológicas, aunque las realidades difieren muchísimo de un lugar a otro. Esas diferencias también son un escollo para que la blogosfera local se amplíe. Salvo excepciones, los blogs son urbanos y concentrados en grandes ciudades, muchas veces separadas por cientos de kilómetros. Esa diferencia “física” cotidiana es algo que desde España no se percibe hasta que no llegas a Buenos Aires, por ejemplo, y te das cuenta que para conocer a un colega de la Patagonia o de Lima, tienes que volar unas cuantas de horas, con los costos locales. Por eso la desvirtualización que nosotros vivimos de este lado, ese compartir casi a diario un encuentro o un blogtrip, se restringe a quienes están más próximos o conlleva un esfuerzo muy grande. Y aún hoy, cuando la tecnología nos acerca tanto virtualmente, es necesario y estimulante el encuentro personal. Por otro lado, Latinoamérica es un terreno sumamente creativo y fértil para generar y probar fórmulas innovadoras. Tal vez por esa capacidad de regenerarse permanentemente, sea una fuente inagotable de ideas e iniciativas, de pruebas, errores y aprendizaje.

Daniel Ruiz: Todos sabemos que viajar es un placer y una forma de crecimiento personal, pero también es una industria, a veces voraz ¿Hasta qué punto el turismo cambia las características del sitio al que viajamos? ¿El observador modifica el objeto observado?
María Victoria Rodríguez: Sin duda, y no siempre para bien. Hay mucho escrito sobre este tema. No es algo que vamos a descubrir aquí ya que desde hace décadas que se estudia el proceso de degradación de los destinos turísticos por la acción del mismo visitante. ¿Qué se ha hecho? En algunos casos, muy poco. En otros casos, se han planteado acciones de control de uso del recurso. Este es un tema que tiene, como muchos, muchas caras. Si tienes la responsabilidad de cuidar tu recurso (digamos, un sitio arqueológico), querrás preservarlo por un lado, darlo a conocer por otro y generar algún ingreso. Si eres un operador querrás que ese recurso esté disponible y bien dotado para incluirlo en tus servicios. Si eres visitante querrás que esté accesible en las mejores condiciones. En muchas ocasiones, no se puede contentar a todos. Si para preservar un recurso, hay que poner un cupo de visitantes, por ejemplo, puedes quedarte fuera al momento de querer visitarlo. Y el negocio turístico que rodea al recurso también se resiente (menos guías turísticos, menos buses, menos souvenirs vendidos, menos noches de alojamiento vendidas, menos billetes vendidos, menos ingresos generales y menos reparto de riqueza). Es un problema de difícil solución ya que se precisa un equilibrio muy delicado. Cuando llegamos a un lugar saturado o en malas condiciones, otros viajeros, como nosotros, estuvieron allí antes y tenemos parte de la responsabilidad. Respondiendo a tu pregunta desde un punto de vista más filosófico, te diré que el objeto observado es modificado desde la primer mirada, pero considero que eso no tiene que frenar nuestra curiosidad, nuestro interés. Pero sí nos exige, como viajeros, ser muy respetuosos y tratar de aprender sin modificar la esencia del lugar que visitamos. Tenemos mucha responsabilidad en esas situaciones no deseadas. La solución, creo, está en la educación. Recordemos que cuando llegamos a un lugar saturado o en malas condiciones, otros viajeros, como nosotros, estuvieron allí antes.
Daniel Ruiz: Hoy en día somos muchos los que narramos y compartimos en directo los viajes que venimos haciendo, usamos smartphones y aplicaciones ¿No crees que a veces deberíamos levantar la cabeza, apagar los cacharros y disfrutar más?¿Hemos olvidado un poco la improvisación, las sorpresas o simplemente perdernos sin miedo?
María Victoria Rodríguez: ¡Ahí me has dado! Reconozco que soy de las que viajan con todo tipo de gadgets, cables y cargadores. Que voy probando aplicaciones y voy compartiendo lo que vivo cuando viajo “en vivo”. Pero últimamente, tal vez por saturación, o por buscar el siempre necesario equilibrio par todo, estoy “menos conectada”. Tal vez entrando en una postura de viajero “post-enganchado”. Aunque también tengo que decir que mi curiosidad no se empaña con los gadgets que me acompañan. Las aplicaciones y redes sirven para amplificar mi vivencia al compartirla con los que me siguen online. En tiempos pretéritos, he llegado a llamar desde una cabina telefónica para contarle a mi familia que estaba en un lugar maravilloso. Hoy, esa sensación tan agradable de compartir, podemos hacerlo muy fácilmente desde tu móvil, por ejemplo. No podría volver atrás, desenchufar por completo, pero sí que hay ocasiones en que apago el móvil a voluntad y desconecto para vivir en intimidad el momento. Y las sorpresas en un viaje llegan solas, cuando menos te lo esperas, y tienes que acudir a tu capacidad de improvisación para seguir adelante. No todo entra en una aplicación. Afortunadamente.

Daniel Ruiz: En este contexto de compartir el viaje online cuando lo estamos viviendo o realizando, ¿Qué facilidades puede implementar un destino para potenciarlo y sacar mejor provecho? ¿Free Wifi, códigos QR, Apps,….?
María Victoria Rodríguez: Dependerá mucho de las características y posibilidades técnicas del destino. No creo que sea necesario tener wifi en todos lados. En el Valle de la Luna de san Juan, en mitad del mar, en la cima de una sierra. No creo que eso empañe el destino, y volvemos a la respuesta anterior. Son lugares para apagar el móvil y vivir el momento. Ya habrá tiempo para compartirlo. En cuanto a destinos que así lo consideren, si quieren estar al alcance de los visitantes potenciales (que están en cualquier lugar del mundo), creo imprescindible que estén online e interactúen. La Isla del Hierro ha implementado una ruta íntegramente con códigos QR, tiene una aplicación propia, por ejemplo. Eso te da la pauta que no depende tanto de la envergadura del destino, sino de su actitud ante la innovación. Personalmente creo que los destinos que apuestan por facilitar la experiencia, ganan a los ojos del viajero  Puntos de wifi gratis, información digitalizada, circuitos autoguiados desde tu móvil vía aplicaciones o archivos libres descargables, etc. son todas medidas que nos “hacen mas amigos” del lugar que nos recibe y nos permite conocerlo más en profundidad. Sino pensemos cuando elegimos un bar o un hotel: ¿tiene wifi gratis? Un punto mas a su favor, lo elijo. Además, hay muchas vías nuevas de adelantar la experiencia, generado más expectación en el viajero: Pinterest o Instagram, son dos de ellas. Y todas las de geolocalización, que nos facilitan acceder a servicios que de otra forma no conoceríamos tan fácilmente.
Daniel Ruiz: En el encargo de realizar esta entrevista Eddy Lara Brito me pedía que te desnudara… vamos con unas preguntas rápidas, a ver si te pillamos.
María Victoria Rodríguez:
¿Mar o montaña? Mar
¿Pasillo o ventanilla? Menos de 3 horas, ventana. Mas de 3 horas, pasillo.
¿Bikini o bañador? Bikini
¿Maleta o mochila? maleta
¿Ciudad o campo? ciudad
¿Café o té? Ambos
¿Bicicleta o moto? Bici
¿Caballo o camello? Ambos
¿Museo o mercado? Ambos
¿Cafetería o chiringuito? cafetería
¿Crucero o Spa? Ambos y a la vez!
¿Sola o acompañada? Acompañada
¿Rápido o lento? Cada vez mas lento
¿140 caractéres o sin límite? 140 caracteres (todo un desafió para mi jaja)
¿Instagram o flickr? Instagram (pero tengo mi Flickr)
¿Mañana o noche? mañana
¿Chanclas o botas? chanclas

Daniel Ruiz: Una pregunta indiscreta… A veces que hemos hablado vía Skype me ha parecido ver una figura negra, estilizada, de penetrantes ojos…
María Victoria Rodríguez: ¿Quién es? Nisha, mi gata negra que ahuyenta cualquier mal conjuro con su buena onda.
Daniel Ruiz: ¿Qué es para ti BuscoUnViaje.com?
María Victoria Rodríguez: Un buscador de experiencias. Una gran idea que atrae al viajero por lo que más lo mueve: sus intereses, sus gustos, sus expectativas. Nos llega por la emoción… y por las excelentes propuestas.

Daniel Ruiz: Y para terminar nos gustaría saber ¿qué persona quieres que me entreviste en la próxima entrega de Hablando de Viajes?
María Victoria Rodríguez: A pesar de ser un tipo muy reservado, tenés mucho para contar. Creo que Quique Cardona tendría una buena charla con vos.
Gracias