Cada año son más los esquiadores que se animan a salir fuera de pista y se lanzan a descubrir colinas y descensos vírgenes. La sensación de libertad, pisar nieve recién caída o el espíritu de superación son sensaciones a las que es difícil renunciar una vez las has probado, pero es muy necesario ser consciente de que la montaña entraña sus riesgos. En este artículo vamos a hablar sobre las avalanchas, e intentaremos dar pequeñas pinceladas sobre cómo evitarlas así como el equipamiento de seguridad básico para intentar minimizar sus consecuencias. Al final del artículo podéis encontrar enlaces hacia páginas y guías más detalladas y técnicas.

Huellas fuera de pista
Huellas fuera de pista – jurvetson


En cuanto a la prevención, se puede hablar de 2 fases: planificación y navegación. Si planificamos esquiar fuera de pista debemos consultar, como mínimo, el boletín de peligro de aludes de la zona, la predicción meteorológica detallada y el riesgo de aludes marcado por la estación. La planificación de una excursión de esquí de montaña queda fuera del alcance de este artículo.
La navegación se refiere al conocimiento del terreno y de las peculiaridades del entorno en el que nos movemos. A esto nos ayuda la nivología, la ciencia que estudia la nieve, sus propiedades y, aplicado al esquí, los mecanismos que desencadenan una alud. Ser capaz de prever las situaciones o laderas donde corremos peligro será nuestra mejor arma cuando salgamos a la montaña.

Avalancha
Avalancha – Strange Ones


Según recoge la Wikipedia:
Los aludes son ocasionados por la falta de homogeneidad de la capa de nieve y por la existencia, entre los límites de capas físicamente diferentes, de un agente que facilita el deslizamiento de una de ellas sobre otra subyacente
Bajo condiciones extremas este fenómeno puede darse en cualquier situación, pero en las siguientes situaciones hay más probabilidades:

  • Durante o después de una tormenta intensa. Si han caído más de 30cm, las probabilidades de alud son altas
  • Pendientes con inclinación entre 30 y 45 grados
  • Pendientes a sotavento, donde la acumulación de nieve es mayor
  • Pendientes con inclinación sur en días calurosos, especialmente a partir de medio día
  • Palas regulares y en forma de U
Nieve inestable
Las zonas 1 y 3 cayeron tras tomar la foto, la zona 2 pasó a ser la nueva cornisa – Tim Gage (Wikimedia)


El cómo nos movemos en una ladera multiplicará o disminuirá las posibilidades de desencadenar una avalancha, por eso es importante seguir unas normas básicas:

  • Esquiar por pendientes a barlovento, suelen tener menos nieve
  • Elegir pendientes onduladas antes que las regulares
  • Buscar protecciones naturales. Bosques densos, rocas, etc.
  • Evitar cortar la pendiente en media ladera
  • Evitar caerse (este consejo también lo podéis seguir en pistas 🙂 )

Es fundamental esquiar siempre acompañado y, en zonas donde haya riesgo, mantener una distancia mínima de 10 metros con nuestros compañeros.

EQUIPAMIENTO

Discernir situaciones de riesgo y aprender a navegar fuera de las pistas nos ayudará a minimizar las probabilidades de caer en un alud, pero si nos toca debemos ir preparados para incrementar nuestras posibilidades de sobrevivir y las de nuestros compañeros. Además del casco, recomendable en la práctica del ski, hay 3 elementos imprescindibles: ARVA, pala y sonda.

Equipo de seguridad fuera de pistas
Equipo de seguridad fuera de pistas. De izquierda a derecha: mochila ABS, sonda, pala y ARVA (debajo de la pala) – Nolispanmo (Wikimedia)


Un ARVA es un aparato electrónico receptor y emisor de campos electromagnéticos. Mientras esquiamos lo llevamos en modo emisión, y sólo si un compañero es enterrado por una alud lo pasamos a modo receptor. Por supuesto, es necesario que cada miembro del grupo lleve su propio ARVA. Una vez activada la recepción, nuestro aparato localiza el ARVA emisor y nos guiará hasta situarnos encima de la víctima. Superado este primer paso entra en juego la sonda, una varilla flexible de unos 5 metros que nos ayudará a localizar el al compañero enterrado. Cuando hayamos localizado el cuerpo necesitaremos la pala, que, si el final es feliz, nos llevará hasta nuestro amigo.
En todo caso, la rapidez con la que actuemos es fundamental: la tasa de supervivencia es del 90% hasta los 15 minutos, a partir de ese momento disminuye drásticamente. Cualquiera de estos elementos es poco útil individualmente, sólo la combinación de los 3 nos ayudará a rescatar con vida a nuestros compañeros.

Rescatando en avalancha
Rescatador buscando el cuerpo enterrado – Clayoquot (Wikimedia)


Un inconveniente de este equipamiento de seguridad es el precio, la suma de los 3 elementos supera fácilmente los 300 euros. Si queremos comprar un buen ARVA, y más vale no escatimar en seguridad, sólo el aparato puede superar los 400 euros. Si a esto sumamos otros elementos de seguridad (mochilas ABS, tubos para respirar, etc.), nos podemos gastar más de 1000 euros en un equipo que esperamos no tener que usar jamás, pues nadie desea ser cogido por una alud pero todos queremos salir lo mejor parados si alguna vez nos pasa.
Si pensáis salir fuera de pistas es muy importante tomar un curso impartido por un club de montaña. En ellos nos enseñarán prevención de aludes -que es la parte más importante-, así como metodología de rescate con ARVA, pala y sonda, ya que no es tan sencillo como parece. Hay técnicas de búsqueda con ARVA, técnicas de búsqueda con sonda y hasta técnicas para cavar hasta el cuerpo. Todos estos consejos y técnicas son inútiles si no hacemos uso de la mayor de las virtudes: el sentido común. Si ha habido aludes recientemente o el riesgo es alto, más vale quedarse en las pistas o en casa que arriesgar la vida.

Fuentes y Enlaces útiles

Para encontrar los mejores lugares para esquiar explora nuestros circuitos por los Alpes Suizos y Mont Blanc en Francia.