La ruta Kampeer, “acampada” en la lengua local afrikaneer, precisamente, inicia su andadura por el sur, en el desierto del Namib. Su belleza indómita nos dará paso a una visita a la costa atlántica y a la ciudad de Swakopmund, un ejemplo clarificador del pasado colonial germánico. Cambiaremos de tercio más tarde para convivir con la etnia de los himba, más al norte, en la árida región de Kunene.
De fuerte tradición y estética espectacular, la visita a los himba nos dará un interesante contrapunto antropológico para concluir, finalmente, con una estancia en Etosha. Uno de los grandes parques de África donde realizar un safari único a la búsqueda de leones, elefantes, rinocerontes, jirafas o cualquier de los animales más significativos del mejor de los safaris que actualmente pueden vivirse en el mundo. En definitiva, tradición, paisajes, safari e historia, en una ruta inolvidable por el cono sur de África.