La quinta ciudad sagrada del mundo está en España. Existe un camino que conduce directamente a ella desde Orihuela. El Camino de Levante conecta la urbe oriolana con Caravaca de la Cruz, que alberga desde el siglo XIII una de las astillas del Lignum Crucis en que murió Jesucristo. Este hecho la ha convertido en merecedora de ser un lugar especial para el peregrino, sobre todo desde que el papa Juan Pablo II, concediera a Caravaca de la Cruz el Jubileo In Perpetuum.
Para muchos peregrinos es un motivo de orgullo poder seguir el primer camino que se originó hacia Caravaca, pues pasaba por la mota del río Segura y la Vía Verde del Noroeste. Es el denominado Camino de Levante, muy apreciado por combinar el carácter religioso y cultural con la naturaleza, la gastronomía y el patrimonio regional