Sicilia incógnita (verano)

Sicilia incógnita (verano) Ruta naturalista en el Mediterráneo más profundo Sicilia, la mayor isla del Mediterráneo. Por aquí han pasado todas las culturas y civilizaciones. Tierra histórica, seguro que para muchos suena a típica y tópica, pero lejos de esa imagen estereotipada, Sicilia es, como escribía el editorialista de Altaïr, “el gran diamante en bruto que nos queda en el Mare Nostrum”. Reúne bajo un mismo sol fabulosos vestigios de los mundos griego y romano, castillos y catedrales que evocan su pasado normando, jardines orientales que guardan esencias de ultramar y palacios españoles... Pero, sobre todo, Sicilia es paisaje, un paisaje muchas veces desconocido y profundo. Las montañas del interior, los Parques Naturales de Madonie y Dei Nebrodi, guardan celosos bosques de hayas, de robles, de curiosos abetos... Paisajes norteños en el profundo sur de Europa que nos remontan a una Sicilia primitiva de aires frescos. Altivas cumbres desde donde abarcaremos todos lo mares, montañas que guardan en sus valles perdidos caseríos y pueblos anclados en el tiempo que mantienen costumbres ancestrales. La mirada eterna del Etna nos cautivará y hacia sus alturas nos dirigiremos a través de fantásticos bosques. El Parque Nacional Monte Etna preserva su extraordinario paisaje volcánico, con sus campos de lava, sus cráteres grandes y pequeños, sus galerías, todo un espectáculo natural. Descubriremos pueblos donde la vida se detuvo, como Linguaglossa o Petralia Soprana, pasearemos por la histórica y bella Taormina, por la bulliciosa Catania y entre las piedras milenarias de Agrigento o por las plazas medievales de Cefalú. Podremos ser testigos de la historia bajo las columnas de Segesta, nos sorprenderán la grandiosidad de Monreale y la vieja Palermo y sus ajetreados mercados casi orientales. Y, cómo no, disfrutaremos y nos bañaremos en el Mediterráneo más intacto, recorriendo los senderos y calas de la Reserva de Zingaro.