Día 1 – Bienvenidos a Sicilia
Aterrizáis en Catania, y tras recoger el coche de alquiler comienza la aventura. Si hay tiempo, podéis hacer una parada en Aci Trezza o Aci Castello, dos aldeas marineras donde el tiempo parece haberse detenido. Pasear junto al mar, tomar un helado o simplemente respirar la brisa marina siciliana... el sur os da la bienvenida.
Día 2 – Rumbo al Etna, el gigante de Sicilia
Después de un desayuno abundante con productos locales, comienza la subida al Etna. Las opciones son muchas: un trekking panorámico, una excursión en 4x4 o una visita con guía en castellano. La energía del volcán y los paisajes lunares dejarán huella. Por la tarde, si aún hay fuerzas, podéis acercaros a Bronte para probar su pistacho único o visitar una bodega y brindar con un buen vino del Etna.
Día 3 – Taormina y la fuerza del agua
Taormina es uno de esos lugares que roban el corazón. Su teatro grecorromano con vistas al mar y al Etna es pura postal. Pasear por sus calles, tomar un café en una terraza con encanto, curiosear en tiendas de artesanía... Por la tarde, cambio de registro con la visita a las Gargantas de Alcántara, un rincón natural perfecto para refrescarse o atreverse con una dosis de barranquismo.
Día 4 – Barroco frente al mar
De camino a la siguiente etapa os espera Siracusa, con su espectacular isla de Ortigia. Aquí la historia se mezcla con el mar en cada esquina. Más tarde, os espera Noto, la joya barroca del sudeste siciliano, ideal para dejarse llevar sin mapa, solo con los ojos bien abiertos. Por la tarde, check-in en un nuevo alojamiento, perfecto para descansar después de tantas emociones.
Día 5 – Entre piedras doradas y sabor a mar
Nuevo despertar, nuevo desayuno lleno de aromas locales. Hoy os espera Ragusa Ibla, con sus callejones de piedra y su majestuosa cúpula dominando el paisaje. Después de recorrer sus plazas y escalinatas, os sugerimos terminar el día con un baño y un atardecer en Punta Secca, la aldea marinera donde vive el célebre Comisario Montalbano. Silencio, luz dorada y mar.
Día 6 – Modica y Scicli, barroco con carácter
La ruta os lleva a Modica, ciudad de escalinatas infinitas y chocolate artesanal. Luego, Scicli, menos conocida pero con un encanto irresistible. Ambas son Patrimonio UNESCO, y cada una ofrece una visión distinta del barroco siciliano. En cada rincón, una sorpresa, un balcón lleno de flores, una iglesia majestuosa, una historia que contar.
Día 7 – Secretos del interior
Hoy os proponemos saliros de las rutas más transitadas. Palazzolo Acreide y Chiaramonte Gulfi son pequeños tesoros del interior, con plazas tranquilas y una autenticidad que enamora. En Chiaramonte, no dejéis de probar su aceite de oliva, premiado entre los mejores de Europa.
Día 8 – Cerámica, mosaicos y horizonte marino
Despedida del sur y rumbo al corazón de Sicilia. En Caltagirone, las cerámicas decoran escaleras, fachadas y tiendas. Más adelante, la Villa Romana del Casale os espera con sus impresionantes mosaicos. Por la tarde, llegada a Agrigento y paseo por su centro histórico. Aquí, la gastronomía os dará otra lección de lo que significa comer bien.
Día 9 – Historia y mar en estado puro
El día empieza en la terraza del B&B, con el mar a los pies. Luego, una parada imprescindible: la playa de la Scala dei Turchi, con su acantilado blanco tallado por el viento. Por la tarde, exploración del Valle de los Templos, uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares del Mediterráneo.
Día 10 – Carretera entre paisajes vírgenes y salinas
Hoy el trayecto hacia Trapani es una experiencia en sí misma. Podéis parar en la Reserva de Torre Salsa para un baño salvaje, tomar un helado en Sciacca o visitar las ruinas de Selinunte. Antes de llegar, no os perdáis el atardecer en las salinas de Marsala: molinos de viento, reflejos rosas y silencio. Por la noche, Trapani os espera con su energía y su cocina de mar.
Día 11 – Mar cristalino y un castillo entre nubes
Jornada de naturaleza en estado puro. Podéis elegir entre la Riserva dello Zingaro, con sus calas escondidas, o San Vito Lo Capo, con una de las playas más bonitas de Sicilia. Por la tarde, subida a Erice, pueblo medieval en lo alto de una montaña. Las vistas os dejarán sin palabras.
Día 12 – Islas de agua turquesa
Desde el puerto de Trapani, podéis embarcar rumbo a las islas Egadas. Levanzo es la más tranquila; Favignana, la más dinámica, perfecta para recorrer en bici o scooter; Marettimo, la más lejana y salvaje. Cada una ofrece un mar de ensueño y la sensación de estar lejos de todo.
Día 13 – Templos y primeras luces de Palermo
Camino a la capital, os proponemos una última joya arqueológica: Segesta, con su templo solitario rodeado de colinas. A la llegada a Palermo, dejad el coche y comenzad a explorar esta ciudad única, llena de contrastes, historia y vida. Entre monumentos normandos y plazas bulliciosas, la ciudad os conquistará.
Día 14 – Street food y despedida frente al mar
Último día para saborear Palermo como se merece: visitad sus mercados, probad su "cibo di strada" (el mejor de Europa), y si hay tiempo, acercaos a Monreale para admirar su catedral dorada. Por la tarde, excursión en tren a Cefalù: playa, casco antiguo y un broche perfecto para este viaje inolvidable.