Día 1/ Vuelo de Barcelona a Marrakech
Salida del vuelo a Marrakech, llegada y traslado al Riad en la medina. Resto del día libre.
Día 2 / Marrakech – Valle Tasoute (Atlas) – Skoura
Desayuno. Salida a las ocho de la mañana pues el día será largo, pero lleno de paisajes muy bellos y nos pondremos en marcha dirección Fez, carretera que abandonaremos a los pocos kms para coger el desvío a Demnate. El asfalto es malo aunque lo están arreglando pero solitario, lo que nos permitirá llevar nuestro ritmo sin problemas. Llevaremos las montañas del Atlas por nuestra derecha. Pasaremos Sidi Rahal a medio camino y finalmente llegaremos a Demnate donde comenzaremos a subir hacia las montañas. Al llegar a Iminifri pararemos para visitar andando el impresionante puente natural que allí se encuentra. Hay que bajar unas largas escaleras y pasar por debajo de la gran oquedad que es una maravilla, aunque hay que trepar ligeramente en algún punto y luego subir unas pocas escaleras para regresar al vehículo, desde luego, una excursión preciosa y que muy pocos hacen por no ser nada conocido. Si alguien no quiere andar, puede esperar en el coche tranquilamente. Disfrutando de la belleza de la naturaleza tan imponente que nos muestran estas montañas, atravesaremos tres puertos con sus valles totalmente distintos los unos de los otros, llegaremos al valle del Tassout, uno de los más bonitos comiendo en el gite d´etape (como un albergue) Imdoukal. La comida será un estupendo, tradicional y artesanal cus cus. No vais a comer un cus cus semejante en todo Marruecos a lo largo de nuestro viaje. Seguiremos por carretera, es posible que esté quebrada por ríos y nieves, pero podremos pasar sin problemas. El descenso nos llevará hasta la gran llanura y seguiremos Hasta Skoura, Nos alojaremos en la kasbah Ait Ben Moro y será un magnífico lugar para pasar la primera noche de nuestro viaje buscando el sur. Desde su azotea tendremos una fantástica vista de Skoura.
Día 3 / Skoura – Hara (Valle del Draa)
Tras un buen desayuno, pondremos rumbo a Ouarzazate, localidad en la que nos detendremos para visitar el Ksar Taourirt que está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Concluida la visita, dejaremos atrás Ouarzazate para comenzar a subir por una sinuosa carretera, las estribaciones de las montañas del Sarhro, unas preciosas montañas cuyo pico más alto es el Amaion Mansour con 2.712 m. pero a pesar de la altura no nieva pues las nubes cargadas de nieve se las queda el Atlas con picos superiores a los cuatro mil. Sin embargo en invierno el frío es terrible en estas montañas que tienen un paisaje lunar. Aquí habitan las tribus Ait Atta y los Ait Sedrat, bereberes fundamentalmente nómadas aunque ya hay algunas pequeñas poblaciones donde se han ido sedentarizando (Iknioum cerca de las altas cumbres y Ait Saoun al lado de la carretera por la que pasaremos). Al finalizar el verano estos nómadas se desplazan desde el alto Atlas hacia estas montañas en busca de pastos para poder alimentar a sus rebaños de ovejas, cabras y dromedarios. En la bajada tendremos la oportunidad de ver desde arriba el comienzo del palmeral del valle del Draa, el segundo más grande de África, dominado por el monte Kisane cuyas formas impactan a los viajeros que la ven por primera vez. La carretera nos llevará hasta Agdz, donde comienza, como ya hemos dicho, el oasis del valle del Draa que, conocido ya en época de los romanos, es el más interesante a nivel turístico de todo el sur de Marruecos, probablemente, por su diversidad natural con montañas y altiplanos, ergs oasis, y la riqueza y la originalidad de su patrimonio cultural forjados en el tiempo por culturas tan dispares como árabes, bereberes, judíos y africanos y caracterizada por sus ksours, ciudades fortificadas de barro con calles estrechas, oscuras y cubiertas para protegerse del calor y de las tormentas de arena, construidas en arcilla, paja y madera de palmera, aunque ello no implique que sea el que reciba mayor número de viajeros, sino todo lo contrario afortunadamente. Nos internaremos por el exuberante palmeral entre palmeras centenarias y granados para coger un camino que nos llevará a uno de los conjuntos de pueblo y kasbah más bonitos de todo el sur marroquí, la Kasbah de Tamnougalt del siglo XVI, que visitaremos por ser realmente interesantes y muy poco conocido por los viajeros. Su nombre “Tamnougalt” según fuentes y lenguas de algunos aborígenes del Norte de África, significa “encrucijada” y de hecho, eso es lo que representó ese lugar en tiempos memorables, un centro de encrucijadas, de caravanas que venían del África subsahariana. Llegaremos a Hara Oasis, un lugar fantástico, casi mágico y se encuentra entre las palmeras y el río Draa.
Día 4 / Hara – Ait Isfoul
Desayunamos disfrutando de la tranquilidad y belleza del paraje y podremos aprovechar la luz de la mañana para hacer algunas fotos en el lugar. Una vez en marcha, por carretera regresaremos al enclave de Tamnougalt para continuar por la carreterilla atravesando una serie de pequeños pueblos de adobe. Haremos algunas paradas para cortas visitas. Almorzaremos en el hotel kasbah Sirocco, lugar en el que comeremos en un rincón realmente agradable y fresco entre palmeras, su especialidad, que son las brochetas que son realmente deliciosas. Al finalizar la comida subiremos a la montaña de Zagora desde donde tendremos una vista realmente impresionante del desierto y del gran palmeral del Draa, de hecho, creo que es la mejor vista de todas pudiendo reconocer desde allí arriba, pasaremos por el pueblo haratín de Nasrate con sus peculiares pozos y la torre única en todo el país tipo saheliana. Seguiremos por una pista arenosa pero enseguida nos desviaremos hacia las dunas que vemos por la derecha y sin camino ni nada y esperando no atascarnos (el coche está preparado para desatascarse con el menor esfuerzo posible pero en el desierto siempre hay ese riesgo que forma parte del viaje), subiremos algunas de sus dunas intentando buscar el hotel Casa Juan que cuando lo localicemos cerca de Ait Isfoul será como vuestra casa de lo bien que os vais a sentir allí. Solamente hay 6 habitaciones. Su impresionante decoración hará más cómoda vuestra estancia. Y seguro que lo recordaréis con nostalgia al regresar. Intentaremos llegar con tiempo para ver la puesta de sol (algo difícil en invierno pues los días son demasiado cortos) desde lo alto de una gran duna disfrutando de la soledad del desierto. Estas dunas no son nada conocidas y son preciosas. Esperemos que siga así mucho tiempo.
Día 5 / Dunas Ait Isfoul – Hara Oasis
Desayunamos con una vista fantástica del desierto y las dunas de enfrente y, a continuación, nos iremos a dar una vuelta andando por las dunas viendo las formas que el viento dibuja sobre la arena. Cerca visitaremos el pueblo de Nasrate. Sus moradores son fundamentalmente de la tribu Ktawa y antiguamente, además de ser un importante enclave económico debido al comercio con las caravanas, también era muy conocido por la calidad de las pieles que se curtían allí. Recorrer sus calles subterráneas nos transportará en el tiempo a la época de las caravanas y veremos con que ingenio sacaban agua a raudales para abrevar al ganado. Regresaremos al hotel y desde allí nos dirigiremos por pista, subiremos el puerto del Tizi Beni Selmane, que fue escenario de dos secuencias de la película del “Cielo protector”. Desde arriba del puerto tendremos una panorámica preciosa del palmeral del Draa hacia el norte y hacia el sur de la hamada del Draa con Argelia al fondo. Descenderemos de la montaña y por una pista continuaremos hasta entrar a Ouled Driss donde comeremos en la kasbah Touareg. Cuando terminemos de comer, nos dirigiremos por carretera directamente a Hara Oasis, nuestro alojamiento de hace dos días.
Día 6 / Hara – Puerto del Tichka (Atlas) – Marrakech
Desayunamos con tranquilidad en el mirador disfrutando de la preciosa vista y tranquilidad que ya conocéis. Salida dirección Ouarzazate que la pasaremos por una carreterilla que la circunvala, y al poco nos desviaremos para ir hacia Ait Benhaddou desgraciadamente, Patrimonio de la Humanidad y que observaremos desde un lugar en el que hay una preciosa vista pero que no visitaremos. Afortunadamente hay otras más auténticas como la Kasbah de la Cigüeña entrando ya en el valle del Oumnila donde podremos disfrutar de la vista de pequeños pueblos de adobe y sus kasbahs. El valle está lleno de almendros, granados, olivos, palmeras y chopos y entre medio de todo esto, las huertas. En un punto en el pueblo de Assaka, admiraremos los graneros situados en las paredes de las montañas del otro lado, de los primeros bereberes que poblaron la zona. A la salida de este precioso valle llegaremos a Telouet y al lado del palacio del Glaoui, comeremos en una Kasbah moderna en la que se come muy bien. Seguramente que la comida será algo tarde pero merecerá la pena la espera. Tras la comida podremos visitar lo que queda de la kasbah del Glaoui. Pues merece totalmente la pena y es totalmente diferente a lo visto hasta ahora. Es de pago. Seguiremos la carretera que es malísima para ascender hasta la carretera general al lado del puerto del Tichka y descender hasta Marrakech. Seguramente que llegaremos tarde, sobre las ocho, e iremos directamente al Riad. Alojamiento.
Día 7 / Marrakech – Vuelo de regreso a Barcelona
A la hora indicada Traslado al aeropuerto y salida del vuelo de regreso a Barcelona.