En momentos de escasez, es normal limitar la cantidad de agua que cada vecino puede llevarse, puesto que es importante que haya agua para todo el mundo. Por lo tanto, no debería extrañarnos un cartel así:
Sin embargo, cuando uno ve un cartel así en otras circunstancias y con un encabezado ‘extra’, es imposible no esbozar una sonrisa y sacar la cámara de fotos:
Visto durante un viaje a Perú, en la catedral de Arequipa
Unos días después de ver este enorme depósito de agua bendita entendimos el porqué de la limitación: en una casa a la que fuimos invitados tenían una botella de litro y medio llena de agua bendita.